“Fue un gran evento político, democrático y muy representativo que tuvo presentes a militantes del partido desde Arica a Punta Arenas, también presentes delegaciones que están insertas en el mundo del trabajo, en el estudiantil, en el poblacional, en los derechos humanos, en la cultura y los pueblos originarios, es decir, fue un debate entre dirigentes con gran relación con lo que está ocurriendo hoy en Chile que es la clave del cambio en la situación política, junto con la organización, la conciencia y el movimiento popular.
Esa fue la esencia del debate, el revisar cómo el Partido Comunista en su condición de instrumento al servicio de la clase trabajadora eleva sus capacidades para ser un mejor servidor y en el análisis de cuál es la situación que cursa a nuestro país, hubo una coincidencia muy grande en cuanto a no solo valorar los avances sino que a autoexigirnos mucho más.
La marca está en que todos concluimos que no puede seguir existiendo en Chile un gobierno de derecha y para eso lo que hay que hacer es juntar fuerzas para construir una nueva mayoría que permita conquistar un gobierno a la vanguardia en lo que se refiere a las tareas que han movilizado a la gente; la democratización, terminar con esta brecha de la desigualdad, avanzar hacia la participación activa y con incidencia en los acuerdos y decisiones y en un rol activo del Estado en temas tan complejos como la crisis hídrica, energética y también la alimentaria por nombrar algunas.
Tuvimos una conferencia donde los grandes temas de la política nacional y las exigencias hacia el partido fueron el eje central y en ese plano, el partido discutió y evaluó los pasos que en el plano de política de alianzas para las tareas político-electorales que ha dado y que va a dar.
Tengo una tremenda satisfacción, porque creo ha sido un gran evento que seguriza al partido desde Arica a Magallanes y lo va a hacer ser mucho más proactivo en sus contribuciones.
Sobre la criminalización de la protesta social y las constantes críticas autocomunistas que han surgido, me parecen que son una máxima que a la derecha no le conviene asumir, porque la movilización social es una expresión democrática y no hay nada más democrático que cuando el pueblo es sometido a necesidades y requiere reivindicar sus derechos, expresarlo en los espacios públicos, lo que no es un invento del Partido Comunista de Chile ni es un invento de este año, es un capital que tiene el movimiento popular en el mundo y lo ha tenido desde el nacimiento 100 años atrás .
Creo que es una línea de continuidad y sobre esa base tenemos capacidades, vocación y determinación para impedir que las advertencias y las campañas del terror, del miedo y la represión misma amedrenten ese derecho del pueblo de Chile que es clave si uno quiere construir un programa y llevarlo adelante, conquistarlo y luego, hacer que camine con la intensidad que se exige en el día de mañana”.
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